domingo, 24 de mayo de 2009



lunes, 11 de mayo de 2009

Nezahualcoyotl

Acojonante...



Sun City (Arizona)

Aberrante...



Nahalal















Cuando los fundadores de Nahalal establecieron esta comunidad agrícola en Palestina, en 1921, visualizaron una cooperativa que irradiaría sus más elevados ideales. En su centro se ubicarían edificios compartidos, los graneros y los cobertizos, y estaría circundado por un anillo de residencias privadas rodeado por las tierras de cultivo. Si bien el diseño concéntrico no es ninguna novedad –hace siglos, muchas aldeas tenían una orientación radial–, Nahalal refleja el igualitarismo de sus fundadores: al vivir en círculo, todos los residentes gozarían del mismo acceso a las instalaciones. El día de hoy, Nahalal alberga a alrededor de 750 personas, muchas de las cuales producen desde pollos hasta aceitunas. Pero el espíritu cooperativista comenzó a disiparse a partir de que, en los años noventa, las familias empezaron a comerciar con sus bienes. Un defecto de este diseño: una vez que se ha trazado un círculo, queda poco espacio para crecer y multiplicarse.















Buena Info en castellano; http://www.cabovolo.com/2008/09/nahalal-un-pueblo-en-crculos.html

Kowloon



















Si hubo un lugar de Hong Kong donde la anarquía era una forma de vida, ese fue la Ciudad Amurallada de Kowloon. Oficialmente se trataba de un enclave chino en territorio británico, en realidad era una isla de cemento sacada de una distopía de pesadilla, un mamotreto laberíntico donde la densidad de población era la más alta de la Tierra, una especie de mundo aparte donde las reglas, todas, eran otras. Más de trescientos edificios se apiñaban en una superficie de dos hectáreas y media (camposdefútbol en el sistema de medidas televisivo), y allí se apelotonaban burdeles, fumaderos de opio, clínicas ilegales y restaurantes de carne de perro mezclados con iglesias y colegios. Miles de personas nacían, crecían y vivían allí sus vidas, en opresivos y oscuros callejones que todavía desafían la imaginación.

Toda historia tiene su origen, y el de ésta se remonta a mediados del siglo XIX. Gran Bretaña se anexó la Isla de Hong Kong (una pequeña parte de lo que después sería la colonia) en 1842, merced al Tratado de Nankín o Nanjing, que puso fin a la primera Guerra del Opio. En aquel tratado las autoridades chinas se reservaron un pequeño trozo de terreno en la península de Kowloon, con el objetivo de poder vigilar de cerca las actividades británicas, aunque sin interferir en ellas. Dicho terreno correspondía al de una pequeña fortaleza establecida varios siglos antes para vigilar la costa y limpiarla de piratas, conocida como la Ciudad Amurallada de Kowloon (Kowloon Walled City, en inglés). Los británicos, siempre fieles a la palabra dada, tardaron como un año en arrepentirse del trato y procedieron a atacar el enclave chino, que encontraron desierto tras las murallas. Sin embargo, el tratado de Nankín no fue modificado ni corregido posteriormente, por lo que, de manera oficial, ese pequeño trozo de tierra continuó bajo soberanía china.

En 1898 China y Gran Bretaña llegan a un acuerdo según el cual los primeros cedían a los segundos la soberanía de la isla de Hong Kong y varios territorios nuevos (conocidos, en uno de esos alardes de originalidad que nos depara la Historia, como Nuevos Territorios), excluyendo expresamente la ciudad amurallada, que por entonces contaba con 700 habitantes. El peculiar estatus del enclave permitió que, rodeados y a la vez protegidos por el territorio colonial, los habitantes de la ciudad amurallada apenas se enteraran de la caída de la dinastía Qing y el establecimiento de la República de China a principios de la década de 1910. De lo que si se enteraron, y bastante, fue de la ocupación japonesa de Hong Kong. Las murallas que le daban su nombre al enclave fueron demolidas y los escombros usados para construir un aeródromo (posteriormente se convertiría en el aeropuerto de Kai Tek) y la población evacuada. Cuando Japón se rindió en 1945, de la ciudad no quedaba prácticamente nada.















Con posterioridad al final de la II Guerra Mundial, cientos de sin techo se dirigieron al enclave chino. La policía de Hong Kong no tenía derecho a entrar en él, y las autoridades chinas estaban demasiado ocupadas en librar una guerra civil como para darse por enterados. Incluso después de la fundación de la China Popular en 1949 el enclave permaneció ajeno a cualquier tipo de control. Varios miles de personas se refugiaron en la ciudad para escapar de las autoridades chinas, de hecho. Las tríadas y, en general, el sindicato del crimen, se fueron haciendo con el control de la ciudad y de las innumerables actividades ilegales que allí se desarrollaban. El crecimiento descontrolado empezó entonces, pero se agudizaría tras las sucesivas redadas de la policía china en el enclave, que acabaron con el dominio de las mafias locales.

A partir de principios de los setenta se produjo el boom de Kowloon. Sin el yugo de la mafia y carentes de cualquier tipo de control estatal, los edificios empezaron a brotar como setas. Unos encima de otros, invadiendo las calles, acaparando todo el espacio disponible. Cientos de modificaciones, ampliaciones y nuevas construcciones realizadas sin control, planos o la supervisión de alguien que hubiera pisado la facultad de arquitectura. El resultado fue un laberinto enloquecedor, sacado directamente de una película futurista. A las calles, de un metro de ancho en su inmensa mayoría, rara vez llegaba la luz del sol, por lo que se iluminaban durante las veinticuatro horas con fluorescentes. Esto fue lo que le hizo ganarse el sobrenombre de City of darkness (La ciudad de la oscuridad). En realidad, los callejones solían estar vacíos porque los kowloonenses se movían a través de la ciudad mediante pasajes y pasadizos que conectaban los edificios a partir de la cuarta o quinta planta.

En la ciudad amurallada de Kowloon la ley era la que establecían sus habitantes. China se desentendió del enclave y Hong Kong se limitó a indicar que hicieran el favor de no construir más allá del piso quince, que el aeropuerto estaba muy cerca y no era plan. Las autoridades coloniales también facilitaban agua y electricidad al enclave, así como el reparto del correo, que tenía que ser de lo más entretenido. En la ciudad, carente de ley escrita tanto como de luz, de la vigilancia se encargaban sus propios habitantes, que no dejaban entrar a nadie que no tiuviera una buena razón para ir. Numerosos dentistas sin licencia operaban dentro de los muros de Kowloon, dando servicio también al resto de Hong Kong. Miles de inmigrantes ilegales se encerraron en la ciudad, donde estaban a salvo de la extradición, ya fuera por parte de las autoridades chinas o británicas. A finales de los ochenta la ciudad contaba con cincuenta mil habitantes. Teniendo en cuenta su superficie (26.000 metros cuadrados, o 0.026 kilómetros cuadrados), resultó que la ciudad amurallada se había convertido en el asentamiento humano con mayor densidad de población en toda la historia de la humanidad, con casi dos millones de habitantes por kilómetro cuadrado.

En un momento dado la actividad criminal y el tráfico de drogas fueron demasiado para los gobiernos chino y británico (aunque según algunas crónicas la criminalidad en Kowloon era menor que en el resto de Hong Kong). A mediados de los ochenta ambos países acordaron la devolución de la colonia a soberanía china en 1997, lo que permitió a las autoridades locales llegar a un acuerdo con Pekín para solucionar el espinoso asunto del enclave. En 1987 se anunció la inminente demolición de la ciudad, y la construcción en su lugar de un parque. Era algo que tenía que suceder tarde o temprano, pero los habitantes del enclave no se lo tomaron demasiado bien. La evacuación se prolongó durante cuatro años, de 1988 a 1992, que fue lo que tardaron las autoridades en conseguir echar a todos los vecinos reacios a marcharse. El gobierno de Hong Kong se gastó unos 3.000 millones de dólares locales (al cambio actual, unos 300 millones de € o 400 millones de dólares americanos, más o menos) en indemnizar a los propietarios de las miles de viviendas de la ciudad. Algunos adictos a la heroína, traficantes de drogas y demás gentes de mal vivir resistieron hasta el último día. En 1993 comenzó la demolición, que concluyó a mediados de 1994.

Informacion procedente de esta magnifica pagina; http://fronterasblog.wordpress.com/2009/02/26/kowloon-el-enclave-amurallado/






















...Nuevos edificios se erigían encima de las azoteas de los antiguos. Sin arquitectos ni ingenieros, simplemente se construía al azar, apoyándose en el edificio colindante. De este modo, las calles se estrechaban cada vez más a medida que la ciudad crecía.

El progresivo crecimiento de los edificios, sin embargo, respeto un único espacio: el templo Tin Hau, construído en 1951 y situado en el centro de la ciudad. Dicho templo perdió progresivamente todo atisbo de luz solar a medida que los edificios crecían a su alrededor, hasta que tuvieron que protegerlo con una rejilla para impedir que cayera basura sobre el mismo.











Las únicas dos normas de construcción eran la ya conocida del límite de altura y una segunda norma que establecía que la instalación eléctrica estuviera al descubierto para poder poder abordarla en caso de incendio, dando lugar a una maraña de cables y tuberías que cruzaban todas las calles de la ciudad e impedían el paso de la ya de por sí escasa luz solar que recibían.

En cuanto al suministro de agua, ocho puntos de agua proveían a la totalidad de la población, cortesía de las autoridades de la vecina Hong Kong...

...En 1991 comienzo a desalojarse la ciudad, que por aquel entonces había alcanzado la impresionante cifra de 50.000 habitantes. Esto arrojaba una densidad de población de 1.900.000 habitantes por kilometro cuadrado, convirtiendo a la antigua Kowloon en la ciudad más densamente poblada de la historia de la humanidad.

Para que os hagáis una idea de lo que esto significaba, la densidad de población de Nueva York es de 91 personas por hectárea. La de Kowloon, en comparación, era de 13.000 personas por hectárea...

Buena info tambien aqui; http://www.ionlitio.com/2007/09/14/kowloon-la-ciudad-sin-ley/
























Pagina muy interesante en ingles; http://www.archidose.org/KWC/

Las ciudades invisibles y El libro de las maravillas

Las ciudades invisibles - Italo Calvino (1972)

http://www.ciudadesdelamemoria.org/pdf/las-ciudades-invisibles.pdf

El libro de las maravillas - Marco Polo

http://www.e-libro.net/E-libro-viejo/gratis/marcopolo.pdf

Insulae Fortunatae

Las Islas Afortunadas, también llamadas Islas de la Bendición (makarôn nêsoi), eran en las leyendas clásicas y célticas el maravilloso paraíso en el que los mortales que lo merecían eran recibidos por los dioses. Se pensaba que estas islas estaban situadas en Océano Atlántico. Las Madeira y las Canarias han sido a veces citadas como posibles candidatas a ser las Islas Afortunadas.

http://www.swaen.com/antique-map-of.php?id=8486

La tierra de Oz

Poyais













Pese a estar enterrado en el Panteón Nacional, hoy apenas se le recuerda. Aventuraré un motivo para el olvido: McGregor no sólo era un maestro masón con grados recolectados de Glasgow a Londres y un guerrero capaz de derrotar a cuanto batallón español se le pusiera en frente; McGregor era, además, un arriesgado, perseverante e ingenioso estafador.

En rigor, la participación de McGregor en la guerra contra España no abarca mucho más que un escaso lustro. Enterado de la rebelión mientras estudiaba en Edimburgo, llega a Venezuela en 1811 y lucha al lado de los patriotas, pero ya en 1817 está envuelto en la creación de Las Floridas, una república de ensueño en la isla Amelia, al noreste de Florida, que nace de un equívoco: McGregor llega a la isla el 29 de junio con apenas ochenta hombres, pero la jerarquía española supone que se trata de la avanzada de un contingente mucho mayor y se rinde sin oponer resistencia.

En su naciente república, McGregor funda una democracia que ostenta una orgullosa bandera con una cruz verde como emblema. Crea instituciones; se distingue como un gobernante justo; obtiene recursos bajo la promesa de que, liberada toda la Florida, los proveedores serían bien recompensados.

Pero comete un temprano error. Otorga patentes de corso a varios capitanes, quienes no tardan en darse cuenta de que la captura de barcos españoles, y el consecuente remate de los bienes que en ellos se transportaban, era una verdadera mina. Recaen sobre McGregor las sospechas de que no es más que un simple charlatán que desea enriquecerse mediante la piratería. Poco más de dos meses durará su gobierno; su república le sobrevivirá hasta diciembre, cuando es ocupada por fuerzas norteamericanas.

McGregor conocerá una breve tregua triunfal antes de tomar el definitivo camino del engaño. En 1819 expulsa a los españoles de Panamá. Tras un episodio posterior en Riohacha, donde se nombra a sí mismo “Inca de la Nueva Granada”, está en la isla de Margarita en 1820, cuando es designado diputado ante el Congreso Constituyente de Cúcuta, cargo que no llega a asumir pues se va a Centroamérica. Y es aquí donde comienza su verdadera historia.

n algún momento de ese año, McGregor llega a Londres presentándose como cacique o príncipe de Poyais, un pretendido principado que acababa de establecer, instituciones y fuerzas armadas incluidas, en la Costa de Mosquito, Nicaragua, con 32.500 kilómetros cuadrados que le habría concedido el rey local George Frederick.

Deslumbrados por este particular cacique escocés casado con una prima de Bolívar, que no dejaba de hablar de su heroísmo al lado de los prohombres latinoamericanos, los ingleses recibieron con honores al príncipe de Poyais. Christopher Magnay, principal autoridad de Londres, le dedicó una recepción oficial a quien, por otro lado, se decía descendiente del gran Rob Roy McGregor.

Nombra embajador de Poyais al mayor William John Richardson, quien lo hospeda en su palacio de Essex. Juntos crean la Embajada de Poyais en el centro de Londres, antecesora de otras dos en Edimburgo y Glasgow, y organizan suntuosas veladas plenas de diplomáticos, militares y gobernadores. Empiezan a vender las tierras del principado al atractivo precio de 3 chelines y 3 peniques por acre. En 1822, McGregor recibiría un préstamo de 200.000 libras para ayudar al fortalecimiento de su principado.

¿Nadie sospechó? Probablemente sí, y por ello ese mismo año el cacique de Poyais publicó la guía de la Costa de Mosquito, que en 350 páginas describía las bellezas (y muy especialmente las riquezas) naturales de su región. Minas de oro y plata, prados preñados de fertilidad, la extraña fortuna de no ser un territorio afectado por tormentas tropicales y una capital, Saint Joseph, fundada por colonos británicos (¡quizás parientes vuestros!), tales maravillas esperaban con los brazos abiertos a quienes se atrevieran a fundar una nueva sociedad. Esto y más era descrito en ese libro, cuyo autor obviamente no podía ser el hábil McGregor, sino un tal capitán Thomas Strangeways. La única copia de esa guía de que se tiene conocimiento en la actualidad fue adquirida por el periodista David Sinclair, y fue una de sus fuentes para La tierra que nunca existió, un exhaustivo estudio sobre el que ha sido llamado el mayor fraude de la historia.







La historia completa, perfectamente narrada y historiada (gracias por la info); http://jorgeletralia.blogsome.com/2007/01/09/de-por-que-olvidamos-al-general-mcgregor/

domingo, 10 de mayo de 2009

Maluku Selatan














Molucas del Sur, es un grupo de unas 150 islas situadas en el mar de Banda, entre las que encontramos Ceram, Ambon, Buru, Kai, Aru, Tanimbar, Babar, Leti y otras.

Este territorio formaba parte de las antiguas indias Orientales Holandesas. Son ocupadas por los japoneses durante la Segunda guerra Mundial, después liberadas y devueltas a Holanda. Se crea la República de Indonesia, estando Java, Madura y Sumatra a favor de la misma, y en contra Irian Barat y Molucas del Sur.

Desde 1947 a 1949 se inicia una guerra civil entre comunistas, nacionalistas y separatistas. Holanda interviene militarmente el 27 de diciembre de 1949. Los moluqueños del Sur, habían formado siempre parte del ejército colonial holandés, en su lucha contra la liberación de Java. Holanda les promete su independencia en contra de la voluntad del resto de Indonesia. La República de Molucas del Sur, (república de Maluku Selatan), declaró su Independencia de Indonesia el 24 de Abril de 1950. Estas islas deberían ser parte de un estado que se tenía que llamar Indonesia del Este, miembros igualitario con Borneo y La República de Indonesia, que comprendía todavía las Islas de Java, Sumatra y Madura.

Formarían estos tres estados una Federación como Estados Unidos de Indonesia liberados ya de la dominación holandesa. Pero SOEKARNO, líder javanés de República de Indonesia, tenia en mente establecer un gobierno unitario de las Indias Holandesas, pero bajo control javanés.El 17 de Agosto de 1950 desaparece la Federación de Indonesia, para dar paso a una república centralista. Molucas rechazó dicha unión. Como Estado Independiente estuvo desde abril hasta septiembre de 1950, fecha en que fuerzas indonesias ocuparon la isla.

Los moluqueños resistieron en guerra de guerrillas durante más de doce años. Su primer presidente fue MANUSAMA, después en 1954 lo fue SOUMOKIL, que refugiado en Ceram el 21 de diciembre de 1962, fue capturado por los indonesios, juzgado y ejecutado en abril de 1966. La pérdida de su territorio, hace que los moluqueños que se exilian a Holanda fuesen más de 40.000, donde constituyen el gobierno del exilio, el cual aun persiste, destacando su jefe de estado TUTUHATUNEUVA.

(Info de http://www.asociacionfilatelicapinedademar.com/articulos_pdf/maluku_selatan.pdf )

...Durante los pocos meses de independencia real, no se emitieron estampillas en la región, aunque aparecieron en el mercado estampillas de las Indias Holandesas y de Indonesia con la sobreimpresión “Republik Maluku Selatan”.
Un segundo grupo de estampillas fueron las emitidas por el gobierno exiliado en Holanda, a modo de propaganda. En ellas, generalmente se muestran diseños políticos, como el mapa y la bandera de las islas, las Naciones Unidas o el General Mc Arthur.
El tercer grupo está formado por numerosas estampillas que muestran animales y paisajes, impresas en Austria por un comerciante norteamericano con el único objetivo de su venta a coleccionistas...

Ladonia






















Quizás impulsados por la inestabilidad política, más de 3.000 paquistaníes solicitaron en el último mes la ciudadanía de Ladonia. El problema es que este país no es real. Ladonia es un pedazo de tierra de un kilómetro cuadrado en el sur de Suecia, pero como Estado no existe más que en Internet y en la imaginación del artista Lars Vilks. Vilks creó la nación en junio 2 de 1996 para protestar contra el gobierno sueco cuando intentó quitar unas grandes obras de arte suyas. En www.ladonia.net se explica que en esa fecha Ladonia se independizó de Suecia. Pero a Vilks no le agradó que su creación les diera falsas esperanzas a tantas personas. Por eso ahora el formulario de ciudadanía aclara que el gobierno de Ladonia no está en disposición de ofrecer trabajo ni alojamiento a nadie.

Sus ministerios no tienen desperdicio; http://www.ladonia.net/docs/administration/index.html
Haceros ciudadanos (gratuito) o conseguir un titulo nobiliario (12 dolares) aqui; http://www.ladonia.net/docs/citizenship.html

Sus dos atractivos turisticos;
NIMIS;



















ARX;

Occussi-Ambeno













En 1968 Bruce Grenville, un artísta y anarquista neozelandés, encabezó un grupo que escribió todo un contexto histórico imaginario para el enclave. La población pasó de un plumazo del catolicismo al islam sufí y la Historia local se distorsionó para dar raices a un sultanato del que el propio Grenville era el último soberano bajo el nombre de Sekrup Semesta Alam Sri Sultan Gare. El útopico estado nutría sus arcas de la exportación de poesía, del floreciente cultivo de setas alucinógenas y de un impuesto sobre la danza típica local, también inventada, que por supuestó documentó profusamente, como los propios idiomas que inventó para corte y los comunes.

La información oficial tanto del país como de su línea aérea (con una flota formada exclusivamente por zeppelines) fue enviada regularmente junto con catálogos de sus emisiones -imaginarias- de sellos a prácticamente todas las revistas filatélicas europeas y norteamericanas.

En 1972 Grenville consiguió un trabajo que le permitía acceder a fotocopiadoras y a las entonces caras comunicaciones internacionales, dedicándose desde entonces a confundir a las agencias de noticias internacionales y a la prensa con declaraciones oficiales del sultanato y dossieres promocionales.

Cuando en 1973 Occusi Ambeno se convirtió en el primer país en reconocer a la República de Minerva, el New Zealand Herald puso la historia en portada subtitulando: One World leader Recognises Reef ("un líder mundial reconoce arrecife").

Un gran éxito para la impostura, que llegaría a su momento cumbre cuando en 1977 el consulado del sultanato en Nueva Zelanda recibiera una proposición de soborno por parte de un grupo inversor si convencían al sultán del darle el monopolio de la distribución internacional de la producción filatélica del país. Grenville y sus amigos no sólo aceptaron el soborno, sino que con él produjeron los sellos y los vendieron a coleccionistas de todo el mundo.

Grenville no mantuvo su impostura, aunque si las emisiones filatélicas de Occusi Ambeno, que hasta al menos 2002 siguieron financiando su activismo irreverente. Los sellos que diseñó entonces son muy valorados por los coleccionistas. Y es que sin quererlo, había nacido también un nuevo coleccionismo filatélico, el de los sellos de naciones imaginarias.

...Pero la irreverencia y atrevimiento de Greenville no solo consiguió engañar a grupos inversores y un periódico, ya que gracias a los teletipos y al trabajo que hizo, Okusi-Ambeno consiguió, oficialmente, tratados bilaterales con el mismísimo Estado Vaticano en Roma, Brunei, Taiwan y un tratado de mutua defensa con Singapur...














"Aparte de la capacidad de financiar otros proyectos que puedas tener, las puertas que están abiertas deben ser experimentadas para ser creídas. La confusión que puedes lanzar a la ya de por si compleja escena geopolítica del mundo es también divertida. Sentimos que todo posible vehículo anti ortodoxo debe ser explorado en la lucha por la libertad frente al Estatismo. Erigir una efigie de la vaca sagrada para satirizarla parece ser una opción que no habian tenido en cuenta..."
Bruce Greenville

Pagina con todos los sellos de Occussi-Ambeno hasta 2002; http://www.geocities.com/kdpn2001/


Mini INFO Repúblicas filatélicas;
http://exploradoreselectronicos.net/e4pedia/Rep%C3%BAblica_filat%C3%A9lica
Info sobre Occussi-Ambeno; http://exploradoreselectronicos.net/e4pedia/Occusi_Ambeno

Respubliko de la Insulo de la Rozoj















La República de la Isla de las Rosas (en esperanto Respubliko de la Insulo de la Rozoj) fue una micronación de existencia breve ubicada sobre una plataforma en el Mar Adriático, a pocos kilómetros de la costa de Rímini, Italia.

En 1964, el ingeniero italiano Giorgio Rosa pidió permiso para probar una nueva técnica para la construcción de una gran plataforma de 400 m² sostenida por nueve torres apoyadas sobre el lecho marino. La instalación fue construida y se abrieron sobre ella algunos establecimientos comerciales, incluyendo un restaurante, un bar, una discoteca, una tienda de recuerdos y una oficina postal.

La isla artificial declaró su independencia el 1 de mayo de 1968, con el nombre en esperanto de "Insulo de la Rozoj". Subsecuentemente se creó una bandera y fueron emitidas estampillas y moneda.

El gobierno italiano vio estas acciones como una táctica para obtener dólares del turismo sin pagar los impuestos estatales. Sea o no ésta la razón real de la creación de esta micronación, la respuesta del gobierno italiano fue rápida y contundente: dos carabinieri y dos inspectores de hacienda desembarcaron en la Isola delle Rose y asumieron el control. Se dice que el Concejo de Gobierno de la plataforma envió un telegrama al gobierno italiano para protestar por la "violación de su soberanía y el daño infligido al turismo por la ocupación militar", pero el mensaje fue ignorado. Más tarde, la Armada italiana destruyó la instalación con explosivos; acto que sería retratado en estampillas postales emitidas por el gobierno en el exilio de Rosa.

(Info buena; http://it.wikipedia.org/wiki/Repubblica_Esperantista_dell%27Isola_delle_Rose )

























Info en PDF (Italiano); http://www.cifr.it/ISOLA%20ROSE_12.pdf

La isla de Bannerman (La isla de Pollepel)




























































En medio del rio Hudson se asienta un abandono.

En 1900 un fabricante de armas escocés, Francis Bannerman VI, la compró y construyó en ella un castillo con la idea de utilizar la isla como almacen militar y arsenal, escribiendo bien grande en el muro occidental del castillo: "Bannerman's Island Arsenal"...Sin embargo, Bannerman murió en 1918 y las obras pararon. Unos años más tarde doscientas libras de dinamita explotaron y dejaron el castillo bastante dañado, asi que sus habitantes lo abandonaron y se marcharon con las armas a otra parte.

(info de http://aldea-irreductible.blogspot.com/2008/10/el-castillo-abandonado-de-la-isla-de.html)

jueves, 7 de mayo de 2009

Monumento a Myriam Stefford


...Entre las peculiaridades del alocado tren de vida de la pareja estaba la afición de Stefford a la aviación; adquirieron un monomotor, con la intención de recorrer con él todas las provincias del país. Antes de obtener su brevet, Stefford ya pilotaba, siendo una de las primeras mujeres piloto de Argentina. Poco antes del primer aniversario de la boda, el 26 de agosto de 1931, participaba en un raid aéreo cuando se precipitó a tierra en Marayes, provincia de San Juan. Las versiones sobre el accidente estuvieron teñidas del más ríspido sensacionalismo, afirmándose que el accidente había sido provocado por el esposo; éste dedicó a la memoria de Stefford un colosal monumento, erigido en el campo familiar. Es un obelisco de hormigón armado, de 82 m de altura, diseñado por el ingeniero Fausto Newton, bajo cuya base hay una cripta abovedada en la que descansan los restos de aquella; lleva la inscripción Viajero, rinde homenaje con tu silencio a la mujer que, en su audacia, quiso llegar hasta las águilas.
..



















1. No pensar que era un barón, sino que Barón es el primer apellido y Biza el segundo. Barón Biza. De Argentina acaba de llegarme un documental de televisión sobre el extraño caso de este señor. Había yo escrito hace unos años sobre él porque siempre me intrigó y al mismo tiempo horrorizó su historia. Y ahora, en mi último viaje a Argentina, conocedores de mi antiguo interés por el señor Barón Biza, vinieron unos periodistas al hotel a anunciarme que, lo más pronto posible, pensaban enviarme a Barcelona el reportaje que sobre el enigmático Raúl Barón Biza habían realizado para un canal de la televisión bonaerense.

Ayer estuve viendo la historia filmada de este perverso caballero, perfectamente descrita en el documental, lo que me ha permitido ampliar conocimientos sobre el extraño caso que hace unos años descubrí casualmente en Internet y que me llevó a escribir un artículo (con los cuatro apresurados datos que encontré en la Red) y, como consecuencia del mismo, a recibir llamadas y cartas de los más variados lectores argentinos que querían que les ayudara a divulgar en España la existencia de la insólita novela, El desierto y su semilla, que escribiera en 1999 Jorge, el no menos enigmático hijo de Barón Biza.

Ausente de todos los diccionarios -parece que era un escritor escandaloso pero muy mediocre-, en Internet se dice de Raúl Barón Biza que fue famoso en su época, en los años treinta del siglo pasado, por su "delirio provinciano, macabrismo (sic), extrema misoginia, misantropía, decadentismo y marginalia (sic)". Creo que se quedaron cortos a la hora de definirlo. Era el hijo único de un terrateniente multimillonario de la ciudad argentina de Córdoba. Se casó en primeras nupcias con la bellísima e intrépida Myriam Steford, una extranjera que pilotaba avionetas y sobrevolaba con ellas las infinitas posesiones cordobesas del padre de su marido. La joven aviadora se estrelló bien pronto, y fue a hacerlo precisamente en los inmensos jardines de su propia casa. La avioneta se hundió, con una verticalidad asombrosa, en la hierba recién mojada por la lluvia de aquel intempestivo día. Se hundió en el centro mismo de la finca familiar, y el desconsolado y raro marido mandó construir, en homenaje a la bella difunta y en el lugar mismo donde había caído el avión, un obelisco de más de ocho metros de altura, en cuyos sótanos -el documental pasea por ellos y parecen la tumba de un faraón- se dice que enterró todas las joyas de la muerta. Aunque la finca ya no es de los Barón Biza, el extraño obelisco pueden verlo hoy todavía cuantos circulan por la carretera provinciana que une la ciudad de Córdoba con Alta Gracia.

En segundas nupcias, Barón Biza -que mientras tanto no paraba de publicar escandalosas novelas "sexualmente satánicas"- se casó con la bellísima Clotilde Sabattini, jovencita de la alta sociedad argentina e hija de un notable político cordobés que (debió de ver enseguida algo raro en Barón) se opuso férrea e inútilmente a la boda. Barón la secuestró y después, en un descuido paterno, se casó con ella. Tuvieron tres hijos. Un día, en un desproporcionado ataque de celos, coincidiendo con los momentos de mayor apogeo del escándalo creado por una de sus horrendas novelas satánicas, Barón Biza desfiguró la cara de Clotilde con una botella de ácido y poco después se suicidó.

Recuerdo que, hace unos años, en el momento mismo de leer esto en Internet, quedé impresionado. Creí que ahí acababa esa historia espeluznante y satánica de obelisco extraño y de ácido corrosivo, pero para mi sorpresa, aún no había llegado al final. Uno de los tres hijos, Jorge Barón Biza, tenía todavía algo qué decir en la historia. Jorge publicó en 1999 El desierto y su semilla, libro en el que narra cómo fue minuciosamente reconstruido el rostro de su madre al tiempo que, en estructura paralela, trata de reconstruir la desgraciada historia de la desfigurada Argentina del siglo pasado. Según quienes lo han leído, el libro se aproxima en ocasiones a la obra maestra y, en cualquiera de los casos, el hijo se muestra muy superior, como escritor, a su depravado y macabro padre. Cuando El desierto y su semilla estaba recibiendo un alud de buenas críticas, imprevistamente su autor -al que algunos amigos míos trataron porque trabajó con ellos en el periódico Página 12 y hablan muy bien de él- se suicidó arrojándose desde la duodécima planta de una casa de pisos de la ciudad de Córdoba. Recuerdo que cuando, cada vez más impresionado, leí en Internet lo del suicidio del hijo, quedé más bien frustrado y me dije: "Qué gran pena no poder continuar leyendo. Apenas acababa de conocer la existencia de Jorge cuando se me ha matado".

ENRIQUE VILA-MATAS - Enigmas variados