jueves, 11 de junio de 2009
Alfonso Graña - El rey de los jibaros (1878-1934)
Aventurero y audaz, Alfonso Graña fue uno de tantos gallegos que emigraron en busca de fortuna. Pero su historia es de cine. Empezó como cauchero en Iquitos (Perú), y cuando murió, en 1934, se había convertido en el rey Alfonso I y reinaba sobre 5.000 indios jíbaros del Amazonas.
Partió analfabeto y aprendió a leer y a escribir en la selva, donde nadie leía y escribía. Las tribus jíbaras huambisa y aguaruna del alto Amazonas, conocidas por guerrear sin pausa y reducir las cabezas de sus enemigos, ejecutaban sus órdenes con respeto y cierta reverencia, pues aquel hombre blanco, inmune a las fiebres, al veneno de las tarántulas o a la furia de los rápidos, parecía a veces inmortal. Como el Kurtz de Conrad en El corazón de las tinieblas, también vivía río arriba, en compañía de los salvajes. He ahí, no obstante, la única coincidencia con el personaje literario. Graña fue un Kurtz bueno que falleció de muerte natural en algún remoto lugar de la jungla. Una desaparición recogida por grandes periódicos de la época y evocada, como antes lo había sido su vida, por escritores y científicos de una II República española que también pronto moriría.
En una casucha derruida de la parroquia orensana de Amiudal, perteneciente al Ayuntamiento de Avión, célebre por ser la patria chica de acaudalados emigrantes como el magnate de la prensa mexicana Mario Vázquez Raña, hay una lápida con la siguiente inscripción: “Casa natal de Alfonso Graña, rey de los jíbaros”.
“Está por ahí arriba”, dice un anciano señalando las ruinas con su bastón. Y añade, mirándome con curiosidad: “De vez en cuando vienen algunos fanáticos a verla”. En su lugar natal no parece despertar demasiado entusiasmo la figura de Alfonso Graña, pero lo cierto es que comienza a cobrar caracteres de mito gracias a un puñado de entusiastas investigadores que desde hace unos pocos años se afanan en recabar información sobre uno de los personajes más fascinantes que haya dado la emigración gallega. Un hombre que, partiendo de una aldea misérrima de la Galicia del siglo XIX, llegó a dominar sobre miles de indios amazónicos y a ser respetado por quienes le conocieron o supieron de él.
Maximino Fernández Sendín, ovetense de padres gallegos y apasionado biógrafo de Graña, afirma en su libro Alfonso I de la Amazonia. Rey de los jíbaros que “a finales del siglo XIX emigra a las Américas, recala en Belén de Pará y un tiempo después se traslada a Iquitos (Perú), donde está documentado que se encuentra en 1910 y trabaja en distintos oficios, incluido el de cauchero”.
Sigue aqui; http://www.elpais.com/articulo/portada/ ... spor_4/Tes
La historia al completo perfectamente historiada por su "biografo" Fernandez Sendin, de visita obligada:
http://www.fernandezsendin.com/indicegrana.htm
Hay un interesante documental sobre su historia, realizado por el programa Cronicas de TVE;
Descargar Alfonso Graña, El rey de los jibaros con el Emule
lunes, 8 de junio de 2009
La expedición Atlantis
En 1984, durante 52 días de travesía, una balsa con una choza de bambú recorrió las aguas del Atlántico. A bordo, navegaba el coraje, el fervor romántico y la atracción por la aventura épica de cinco argentinos: Alfredo Barragán, abogado; Jorge Manuel lriberri, también abogado; Oscar Horacio Giaccaglia, comerciante; Félix Arrieta, camarógrafo de AIG; y Daniel Sánchez Magariños, recién recibido de ingeniero agrónomo. Todos ellos surcaron 5.5000 kilómetros de mar.
La idea de la aventura comenzó cuando Alfredo Barragán, jefe de la empresa, leyó, siendo niño, Las aventuras de la Kon-Tiki, obra donde el noruego Thor Heyerdahl relata el viaje marino que enlazó, en 1947, El Callao, en Perú, con la Polinesia. Heyerdahl buscaba demostrar la posible comunicación en lejanas épocas entre América y las islas polinesias. Para esto, atravesó 6.000 kilómetros de océano en la Kon-Tiki (imitación de una antigua embarcación polinesia). Poco menos de cuatro décadas después, un puñado de aguerridos argentinos habría de equiparar la hazaña del noruego. En su navegación, la expedición Atlantis unió el puerto de Santa Cruz de Tenerife, en la Islas Canarias, con las costas de Venezuela. Su barco con una choza de bambú era una réplica de antiguas embarcaciones africanas. El éxito del viaje demostró la posibilidad de que los habitantes del continente negro hayan arribado hace miles de años a la América Central, donde perdura su posible influencia a través de las famosas cabezas olmecas de rasgos negroides.
Info:
http://es.wikipedia.org/wiki/Thor_Heyerdahl
http://es.wikipedia.org/wiki/Kon-tiki_(expedici%C3%B3n)
Relato de la expedición:
http://www.laguarderia.com.ar/nota.php?nid=127
Descargar Heyerdahl Thor - Kon Tiki
Descargar el documental La expedicion Atlantis (198
http://rapidshare.com/files/61039223/Expedicion_Atlantis_VHSRiP_By_jorgito.part1.rar
http://rapidshare.com/files/61007634/Expedicion_Atlantis_VHSRiP_By_jorgito.part2.rar
http://rapidshare.com/files/60935032/Expedicion_Atlantis_VHSRiP_By_jorgito.part3.rar
http://rapidshare.com/files/60904672/Expedicion_Atlantis_VHSRiP_By_jorgito.part4.rar
http://rapidshare.com/files/60880235/Expedicion_Atlantis_VHSRiP_By_jorgito.part5.rar
http://rapidshare.com/files/60858052/Expedicion_Atlantis_VHSRiP_By_jorgito.part6.rar
http://rapidshare.com/files/60636072/Expedicion_Atlantis_VHSRiP_By_jorgito.part7.rar
http://rapidshare.com/files/60601727/Expedicion_Atlantis_VHSRiP_By_jorgito.part8.rar
Utopias
Descargas PDF for the people...
Utopía - Tomas Moro
La ciudad del sol - Tommaso Campanella
La nueva atlantida - Francis Bacon
Utopía - Tomas Moro
La ciudad del sol - Tommaso Campanella
La nueva atlantida - Francis Bacon
Etiquetas:
Francis Bacon,
Mundos Utopicos,
Tomas Moro,
Tommaso Campanella
Reino de la Araucanía y la Patagonia
En Francia, nace nuestro personaje el 12 de Mayo de 1825 en una pequeña aldea denominada LA CHAISE (La Cheze) - para ser más exactos Comuna de Chourgnac, Cantón de Hautefort, distrito de Périgueux (Perigord), Departamento de la Dordogne (Dordoña).
Era segundo hijo de una familia de hidalgos campesinos: Los de Tounens. Sus primeros pasos no deben haber sido muy notables, ya que ni el mismo en su autobiografía los menciona. Sólo en 1857 ejerce la recatada profesión de Procurador ante el Tribunal de Primera Instancia y de Comercio de Périgueux.
Como un moderno Don Quijote, se da a la lectura de relatos de viajeros, exploradores, navegantes y geógrafos que hacen nacer en él ilusiones, sueños y proyectos, entre los que concibe (según sus "Memorias") "El reunir las repúblicas hispanoamericanas en una sola confederación monárquica constitucional, dividida en 17 estados". Naturalmente, el Rey de tal confederación no podía ser otro que el autor de tal idea.
Mucho antes de la conquista española, cuando el Imperio Inca alcanzaba su máxima expansión, fueron detenidas sus conquistas en el sur por un pequeño pero aguerrido pueblo que vivía al sur del río Bío-Bío Los Araucanos. Amantes de la libertad como pocos pueblos de América y dispuestos a defenderla a cualquier costo, detienen también, más tarde al invasor europeo que jamás pudo conquistarlos. Esta situación se mantiene por más de 50 años después que Chile logra su independencia, y es la época en que aparece por estos lugares nuestro personaje. El pueblo araucano estaba compuesto por numerosas tribus independientes entre sí, que sólo se unían temporalmente, bajo un sólo jefe en caso de tener que enfrentarse al invasor.
Asentados a ambos lados de la Cordillera de los Andes, la Araucanía (lado chileno) se extendía al poniente del macizo andino, limitaba al Norte con el río Bío-Bío y al Sur con los ríos San José y Calle Calle y al Oeste al Océano Pacífico.
La Patagonia (lado argentino) se extendía al Oriente por la Cordillera de los Andes y limitaba al Norte con el Río Negro, al Sur con el Estrecho de Magallanes y al Este con el Océano Atlántico.
A mediados del Siglo XIX, tanto Argentina como Chile mantenían en la frontera un gran número de fortines que servían de puestos militares y simultáneamente como lugares de intercambio comercial con los Araucanos, Tehuelches, etc. Los jefes militares a cargo de la zona, mantenían cuidadosas relaciones con los indios para evitar cualquier alzamiento de las tribus, a la vez que lograban la pacificación y conquista del territorio.
Quedan así señalados los territorios de la futura doble monarquía: Araucanía (la inconquistable) y Patagonia (la inexplotada),
Inicia su gran aventura con escaso equipaje y recursos, pero con una enorme ambición. Desembarca en el puerto chileno de Coquimbo el 28 de Agosto de 1858.
Su paso aunque breve, por los puertos sudamericanos del Atlántico y su estadía de dos años en Santiago y Valparaíso, le convencen de que el terreno que pisa no es muy propicio para sus reales sueños. Sin embargo, Monsieur De Tounens, advierte que ese rincón "abandonado y carente de control político" formado por el cono más austral de América: La Araucanía y la Patagonia, podían ajustarse muy bien a sus reales pretensiones.
A fines de 1860, Orllie-Antoine, después de establecer contactos en la zona, viaja junto a una caravana de comerciantes, desde la ciudad de Valdivia, al territorio Araucano. Para entrar en él había obtenido previamente el permiso del cacique Quilapan (Jefe de las tribus Moluches) quien, como la mayoría de los araucanos, profesaba un odio feroz a Chile. Junto a nuestro personaje viajan dos comerciantes compatriotas suyos F. Desfontaines, y Lachaise, a los que envuelve en la aventura ofreciéndoles los Ministerios de Justicia y Relaciones Exteriores respectivamente.
La acogida del cacique Quilapan y otros como: Levin, Leucón, Levio, Villamis, Trinte, Namuncurá, Guantecol y Meliú, etc. debieron resultarle muy favorables, porque el 17 de Noviembre de 1860 dicta su primer decreto que es una declaración de motivos y su autoproclamación como Monarca de Araucanía.
Todo esto se lleva a cabo con el indulgente reconocimiento de los caciques, que ven en su "soberano" un símbolo para la resistencia. Poco más tarde recibe la adhesión de los caciques patagónicos, que deciden unirse bajo la bandera (colores verde, azul y blanco) de la monarquía. Por tal motivo dictó el 20 de Noviembre de 1860 la ordenanza que unía al Reino de la Araucanía, el territorio de la Patagonia.
Su actividad administrativa resulta encomiable: propugna la Magna Carta, establece el ordenamiento de sucesión, himno, bandera, organiza los poderes públicos, la división territorial del reino, la organización eclesiástica, etc.
Naturalmente quiso dar a todo esto la debida publicidad, por lo que envía copia de sus decretos a los principales periódicos de Chile como "El Mercurio de Valparaíso" y al "Ferrocarril" y la revista "Católica de Santiago".
Además envió, con fino tacto diplomático, una carta al Presidente de Chile, don Manuel Montt con fecha 27 de Noviembre de 1860 y su Ministro de Relaciones Exteriores F. Desfontaines, a su colega don Antonio Varas.
Posteriormente, viaja a Valparaíso donde se ocupa de divulgar noticias sobre su reinado para ganar adeptos tanto en Chile como en Francia (Diario Le Gaulois de París y las revistas "Los Annales Politiques et Litteraires" y la Revue des Deux Mondes) y Argentina "La Tribuna" y "La Nación" de Buenos Aires.
A partir de esa fecha se dedica a viajar por su reino, obteniendo una entusiasta adhesión de los caciques, que comienzan a preparar una campaña contra los chilenos.
Existía una leyenda entre los araucanos y divulgada profusamente por sus "Machis", que en parte explica el éxito logrado por O.A.I. Según ésta, el fin de la guerra y la esclavitud ocurrirá con la aparición en la comarca de un hombre blanco.
El resto lo hizo la audacia y el trato diario y ceremonioso para con los indios, lo que sin duda, le granjeó la voluntad y el aprecio de los caciques.
La info sigue en; http://www.geocities.com/numismatica_ch ... nica4.html
Mas Info: http://es.wikipedia.org/wiki/Araucania_y_Patagonia
PD: Recomiendo la pelicula "La pelicula del rey" del argentino Carlos Sorin (1986)... para saber algo más...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)