jueves, 16 de julio de 2009
El laberinto de André Bloc
La Casa El Laberinto, frente a la playa de Las Marinicas, fue diseñada por André Bloc y construída en el año 1964, inspirándose en la arquitectura popular mediterránea, creando escuela. En esta casa prima la línea curva sobre la recta.
El Laberinto es seguramente el edificio más conocido y peculiar de Carboneras y de los alrededores.Está escondida junto a la carretera de Carboneras a Agua Amarga, poco después de pasar el desvío hacia a autopista A-7.
Es propiedad particular, por lo que no podrá realizar una visita al interior.
ANDRÉ BLOC, Algiers (Algeria) 1896-1966.
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Bash-que-arde, me recuerda a Casapueblo de Carlos Páez Vilaró, en Punta del Este, Uruguay. Pero El Laberinto me huele original, personal y auténtica. O será que instantáneamente identifico Casapueblo (a la que le construyeron un hotel y un restaurant) con la mediocre oligarquía nacional que toma sus playas durante los veranos. Besos laberínticos.
ResponderEliminarMe das piedritas para el camino. Piedra y Camino.
ResponderEliminarCon la mediocre oligarquía nacional que toma sus playas durante los veranos... las playas en Italia son privadas, jaja, absolutamente lamentable... dejan un terruño paupérrimo para los pobres y olorientos pobres.
Los besos en Italia son privados... en Trobriand Públicos.
Shakenataaagmeun. Vienen de debajo del sol, los veo a lo lejos. Vienen y no nos quedaremos de brazos cruzados.
En Italia todo es privado, menos la vida privada del enano fascista que los domina. Hay un enano fascista en cada puesto directivo. Un enano fascista habita en sus corazones. En el corazón del imperio hay un enano fascista sentado en una mecedora. A su lado hay una gramola donde comienza a sonar Pugni chiusi de I Rebelli… el enano tiembla.
tío! yo vivo en ese pueblo!
ResponderEliminarUsted vive ahi? Y conoce esta casota?
ResponderEliminarQue casualidades de la vida...!
esa casota es el emblema turístico de mi pueblo desde hace décadas, tampoco le hacen mucho caso, después, los turistas y menos aún los indígenas, pero me ha hecho mucha gracia descubrirlo.... nunca lo vi por dentro, aunque de niños circulaba el rumor de que el dueño tenía una cabeza de San Bernardo colgada en el salón, y que si te asomabas por la ventana el perro te miraba a los ojos.
ResponderEliminarSi, a menudo no se le hace caso a las cosas… yo solo las archivo, jeje, tampoco les hago demasiado caso.
ResponderEliminarEs una pena que siquiera vosotros la podáis ver por dentro. Seguro que tenía un San Bernardo, y una alfombra de cebra, y un mono drogadicto… jeje. Genial rumor!
SaLuz Raúl