miércoles, 8 de julio de 2009
Las torres Watts, ubicadas en el distrito del mismo nombre, en Los Ángeles, son en realidad un conjunto de 17 estructuras interconectadas entre si. Fueron construidas por un inmigrante italiano, Sabato Rodia (más conocido como Simon), empleado de la construcción.
Para levantarlas empleó sus ratos de ocio durante 33 años, entre 1921 y 1954. El autor llamó originalmente a la obra “Nuestro pueblo”, aunque actualmente no se suele usar esa denominación para nombrar esta construcción, que desde 1990 es Monumento histórico nacional de los Estados Unidos. Se trata de un espectacular ejemplo de arquitectura vernácula o popular no tradicional.
Las esculturales armaduras están construidas de todo tipo de objetos desechados, desde tuberías hasta barras de hierro, cables y mortero de los más variados componentes.
Dichas estructuras están recubiertas con materiales variopintos con fines estéticos. Entre los retales que decoran estas construcciones podemos escontrar piezas de porcelana y cerámica, azulejos, vídrio, somieres, botellas, chapa, conchas, etc… Entre los pedazos se pueden encontrar incluso los logos y marcas de bebidas de la época cuyos envases eran usados. Rodia solía usar los trozos deshechados por una fábrica del distrito angelino de Malibú, aunque también se surtía de los pedazos de envases que los niños le llevaban con la ilusión de que los añadiese a su obra, y de otras muchas fuentes.
Rodia no estuvo exento de polémica durante el tiempo que se dedicó a levantar sus torres (de hasta 30 metros la más alta). Su obra sufrió algunos actos vandálicos e incluso durante la Segunda Guerra Mundial sus vecinos creían el inverosimil rumor de que eran en realidad unas antenas camufladas al servicio del enemigo japonés.
En 1955, harto de los abusos sufridos y del rechazo de sus vecinos, Simon Rodia vendió la parcela y se marchó fuera de Los Ángeles.
El chalet que se encontraba en dicha parcela sufrió un incendio después de la marcha de Rodia, y las autoridades de la ciudad se plantearon la demolición de las torres, pero la propiedad fué comprada por un actor y un director de Hollywood, que conservaron la obra hasta que en 1975 fué donada al Estado de California, pasando a ser un lugar protegido.
Cuando abandonó Los Ángeles, Simon Rodia se estableció en Martinez. Nunca regresó a Los Ángeles y jamás volvió a ver sus torres. Murió 10 años después.
Info de; http://urbanity.blogsome.com/2008/03/04/watts-towers-los-angeles-simon-rodia/
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Bash, tendríamos que habernos conocido antes. Me perdí estas torres en Los Angeles. Las vi en tus fotografías y me recordaron las agujas de La Sagrada Familia, de Gaudí. También sus coloridos mosaicos y cerámicas. Pero Rodia era un trapero y trabajaba con los deshechos de la cultura. Ninguna ciudad mejor para emplazar sus torres que Los Angeles, ciertamente ... Besos asombrados.
ResponderEliminarCierto, estuviste en Los Ángeles con Andrómeda, no es así? ¿Cómo es? La bandera de Los Ángeles parece una bandera africana.
ResponderEliminarAhora tenes una excusa para volver…
Era un trapero visionario ciertamente. Gaudí un licenciado en arquitectura. Pero Gaudí también acabo entre raíles como un mendigo… ¿Has estado en Barcelona? Ahí te esperamos.
Mi abuelo (que era marino) decía que si se perdía, le buscaran en Buenos Aires. Ahí nos esperas tu.
Por cierto, Simon Rodia aparece en la portada del Sgt. Pepper…
Salud.
Sí, una excusa para volver a Los Angeles, a donde pocos que conozco quieren volver, pero donde yo me quedaría a vivir. Es amorfa, inasible, contrastante, a simple vista parece no tener nada pero tiene de todo, no es casual que allí transcurriera Blade Runner y se construyera el hotel Buenaventura, la nave arquitectónica insignia de la posmodernidad. Hay que rasparla, más que a otras ciudades, para tomar lo que tiene para ofrecer. Es una ciudad que no tiene miedo de salir horrible en la foto, llena de gente que habla sola, con una tienda de discos donde pasar la vida entera (Amoeba) y un cine donde se pueden estirar las piernas como nunca he visto (el Arclight). Un país adentro de un país, para relajarse y ser un Dude, no sacarse las ojotas y la camiseta larga y pasearse como el Big Lebowski. Nada parece tan grave, todo parece posible.
ResponderEliminar¿Andará tu abuelo por Buenos Aires? Quién sabe.
Estuve en Barcelona hace diez años pero la recuerdo como si hubiera estado ayer.
En Barcelona o Buenos Aires nos encontraremos, podés estar seguro.
Besos viajeros.
P.S.: Y Gaudí pasó varios días solo con su muerte sin que nadie pasara a reclamar el cuerpo. ¿Alguien habrá reclamado el de Rodia? Voy a buscarlo en Sgt. Pepper.
ResponderEliminarEsa era más o menos la visión que había oído de Los Ángeles. Creo que también a mi me aportaría algo… quedarme a vivir ya es mucho decir, quizás una temporada en el infierno no venga mal, jeje.
ResponderEliminarDe seguro que mi abuelo andará por buenos…aires. Mirándonos desde lo alto.
Nos encontraremos.
Where did you find the photograph of Simon Rodia? I need it for a book I am researching. Do you know who owns it?
ResponderEliminarLo siento porque solo hablo un poco espanol:
Donde encontraba el foto de Simon Rodia? Necesito este para un libro estoy investigando. Sabes que quien posee este fotografia?